Tiger Woods afirmó que aún le queda “un largo camino por recorrer” antes de estar listo para regresar al golf profesional, aunque subrayó que “el fuego por competir sigue ardiendo”.
El martes, durante una conferencia de prensa en el Hero World Challenge en Bahamas, torneo que él mismo organiza, Woods habló sobre su situación actual. A sus 48 años, el golfista no participará en el evento esta semana debido a que continúa recuperándose de una cirugía de espalda realizada en septiembre.
El ganador de 15 torneos importantes no ha competido desde el Abierto Británico en julio. Este reciente problema de espalda es solo uno más en la larga lista de lesiones que han complicado su carrera. “El cuerpo ya no se recupera como antes”, comentó el deportista.
Una recuperación que avanza lentamente
“Todavía no estoy físicamente listo para competir a este nivel”, confesó Woods. “En las ocasiones anteriores en que regresé, ya estaba preparado para competir y jugar de nuevo. Desafortunadamente, esta vez no es el caso. Aún necesito seguir entrenando para darme la mejor oportunidad de cara al próximo año y los eventos futuros”.
Woods explicó que, a medida que avanzaba el 2024, su espalda “simplemente fue empeorando progresivamente hasta llegar al punto en que ni los tratamientos ni el descanso parecían mejorar la situación”. Una resonancia magnética confirmó la gravedad de su estado.
“Estoy tratando de probar mis límites de forma progresiva, avanzar sin provocar contratiempos”, explicó. “No quiero retroceder en mi recuperación; solo quiero seguir progresando para tener la mejor oportunidad posible el próximo año. Siento que estoy ganando fuerza y flexibilidad, pero todavía tengo un largo camino para poder competir contra estos jugadores”.
Una lucha constante desde el accidente de 2021
En los últimos cuatro años, Woods ha participado en 13 torneos del PGA Tour, pero solo ha completado las cuatro rondas en dos ocasiones desde que sufrió graves lesiones en las piernas durante un accidente automovilístico en 2021.
A pesar de los constantes desafíos, Woods reafirmó su deseo de seguir compitiendo profesionalmente siempre que su condición física lo permita. “Espero que el próximo año sea mejor”, dijo. “Aún no estoy en forma para un torneo. Estos son 20 de los mejores jugadores del mundo, y no estoy lo suficientemente afinado como para competir contra ellos a este nivel. Cuando esté listo para jugar, lo haré”.
Opinión sobre el pago a jugadores en la Ryder Cup
Además, Woods abordó los rumores sobre la posible compensación económica para los jugadores estadounidenses que participen en la Ryder Cup del próximo año, un evento en el que históricamente no han recibido pagos.
El golfista expresó que, en su opinión, los jugadores deberían recibir $5 millones cada uno, pero que esa cantidad debería destinarse a obras benéficas.
“En mis días como jugador, tuvimos la misma conversación en 1999”, recordó. “No queríamos que nos pagaran, queríamos que más dinero se destinara a la caridad, pero los medios tergiversaron nuestras palabras diciendo que queríamos un pago”.
Según Woods, el evento genera enormes ingresos y debería ser posible destinar parte de esos fondos a causas benéficas. “¿Qué tiene de malo que cada jugador reciba un millón de dólares para donarlo a organizaciones benéficas con las que estén comprometidos? Puede ser en sus comunidades, asociaciones de golf juvenil o cualquier proyecto en el que estén involucrados. Nunca se ha tratado de recibir un pago, sino de cómo asignar esos fondos para apoyar nuestro deporte o las causas en las que creemos”.
Con esta reflexión, Woods destacó que formar parte del equipo de la Ryder Cup es un logro reservado a solo 12 jugadores, lo que, según él, justifica una distribución más significativa de los recursos en beneficio de la comunidad y el desarrollo del golf.